Nouvelle vague
La Nouvelle vague es un movimiento cinematográfico surgido en Francia en la década del 50, cuando muchos de los críticos y escritores de la revista especializada "Cahiers du Cinéma" ,fundada en 1951 por André Bazin, deciden hacer cine, tras haber desempeñado la profesión de guionistas durante los años anteriores. Entre ellos se encuentran François Truffaut,Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Éric Rohmer o Claude Chabrol, Demy,Duras, Malle, Resnais, Robbe-Grillet, Varda y sobre todos ellos su precursor Jean Pierre Melville. Se propusieron renovar, e incluso regenerar cinematografías consideradas en decadencia. Más allá de la diversidad de los estilos, los nuevos cineastas, rechazaban las estructuras generales del cine de la época.Juzgaban el carácter automático y mecánico de la reproducción cinematográfica. En cambio, defendían la espontaneidad,el rodaje en exteriores, expresar en la pantalla su cultura cinematográfica, incluso su talento de autodidactas, recurriendo a veces a la improvisación y, siempre a actores nuevos. Adoptaron la necesidad de retratar la realidad organizando la percepción de las obras de un modo sumamente verosímil en cuanto al desarrollo de los acontecimientos de los personajes. Para Bazin, el realismo es ontológico en el cine y las películas que mejor lo interpretan y que más se aproximan a la esencia del cine son aquellas que reducen al mínimo las intervenciones manipuladoras y artificiales.
Además, en esa época se constituye una nueva ola de espectadores cinéfilos, formados en la asistencia a cineclubs, que se hallan dispuestos tomar toda novedad en el terreno cinematográfico. Entonces las películas surgidas durante 1959 se caracterizaban por su espontaneidad, con grandes dosis de improvisación, tanto en el guión como en la actuación; con iluminación natural, siendo rodadas fuera de los estudios y con muy poco dinero; pero rebosantes de entusiasmo, atravesadas por el momento histórico en todas las tramas. Las historias solían ser cantos a la plenitud de la vida, el deseo de libertad como valor central en todas sus dimensiones, y un nuevo modo de asumir la adultez desde la óptica de un espíritu joven (juvenilísimo).
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